De sastrería a hotel (Capítulo 3)
A finales de los años 70 el negocio de sastrería empieza a decaer debido al despegue de la confección propulsado por las grandes empresas de entonces: Galerías Preciados, Cortefiel y El Corte Inglés. Los trajes a medida dejaron de ser los elegidos por el público porque los de confección reducían los tiempos de espera en la entrega y se abarataban los costes. Era utópico pensar en obtener la licitación de una contrata de uniformes porque era matemáticamente imposible competir en precios con esas grandes empresas.

Además todo parecía confabularse: los dos restaurantes existentes en el pueblo cierran el servicio de comedor y se quedan en simples bares. Las personas que se alojan en nuestro Hostal empiezan a quejarse de la inexistencia de un lugar donde cenar, comer o desayunar y eso desencadena la búsqueda de nuestros padres de una solución inmediata al futuro del establecimiento y, por encima de todo, a su propio futuro profesional.
La idea es montar su propio restaurante y en el año 1983 se inaugura el Rte. Los Quintos (el nombre de la finca), ubicado en un nuevo edificio y con servicio de bar-cafetería, comedor, terraza, aparcamiento y parque infantil. A partir de este momento toda la familia trabaja en el negocio, mayores y pequeños, y comienza un camino en un mundo desconocido para todos como es el de la restauración. Fueron momentos duros, sobre todo por la falta de conocimientos, pero muy prósperos y fructíferos.


Los pequeñajos van dejando de serlo y no nos queda más remedio que compaginar trabajo y estudios. Pero al finalizar éstos y ante la falta de salidas a un mercado profesional decidimos, escalonadamente, incorporarnos como trabajadores en serio en el negocio familiar. Si a esto añadimos la entrada de nuestros padres en la edad de la jubilación y a la necesidad de elaborarnos un futuro comenzamos a plantearnos que definitivamente nuestro destino era la hostelería.

Continuará…..